Los libros: me relajan, informan y forman.

LOS LIBROS: ME RELAJAN, ME INFORMAN Y FORMAN.
Siempre me he declarado como un adicto a leer, desde revistas, periódicos y libros. Y me duele, en verdad, que haya personas que con la mayor facilidad, sin ruborizarse, afirmen que no han leído ningún libro. No ha sido fácil, puesto que en mi casa, de niño no encontré como otros libros del abuelo o de mi padre. En Campoamor (Padilla, Tamaulipas) en la escuela donde aprendí a leer y a escribir ni libros había, salvo los de textos.
Mis primeras lecturas fueron los comics y el libro vaquero. Fue, en realidad, a partir de la secundaria cuando agarre vuelo. Y no me arrepiento, ya a mi edad, para unos he leído muchos libros, para mí, creo que aun ni empiezo. Pero si puedo asegurarles que cada libro que he leído ha dejado algo en mí, en mi forma de pensar, en mi forma de ver las cosas, para conocer, interpretar y valorar lo que está a mi alrededor.
Con los libros he aprendido mucho. Conocimiento que me ha sido útil. Por ejemplo, “La revolución de la inteligencia” de Luis Alberto Machado me hizo comprender la naturaleza del aprendizaje y del conocimiento; de cómo, al crecer, el entorno y la capacidad de relacionar ayuda a incrementar el conocimiento; El arte de la guerra, de Sun Tzu, explica como la información es la parte vital en un conflicto; es soporte para la estrategia de guerra y es lo esencial para el arte del engaño. En tanto que “Mas Platón y menos Prozac”, de Lou Marinoff, intenta promover la asesoría filosófica como una forma de aliviar, reducir o eliminar los problemas que cada uno de nosotros tenemos en la vida.

¿QUE LEER?
La respuesta es variada, obvio, dependiendo del interés personal de cada quien; interés, digamos, profesional, recreativo o cultural. Unos leen a Pérez-Reverte; otros a Umberto Eco o a Gabriel García Márquez; unos más a Federico Nietzsche o a Mario Benedetti. Sin embargo, si quieres empezar a leer, te puedes apoyar en Christiane Zschirnt autor de “Libros. Todo lo que hay que leer”. Su obra tiene apartados como los siguientes: 1) Obras que describen el mundo, y consigna varios libros, entre ellos “La comedia humana”, “Fausto”, “La odisea”, entre otros; 2) Amor: Romeo y Julieta; Las amistades peligrosas, Madame Bovary, Rojo y Negro… así enumera libros en apartados como: Política, Sexo, Economía, Mujeres, Civilización, Psique. Son 15 apartados.
Ahora que, si quieren un resumen de libros, se pueden auxiliar del texto: “Mil libros”, que escribieron Luis Nueda y Antonio Espina. Mi edición es de 1978 así que, obvio, hay un retrazo de 30 años. Sin embargo es útil, si, útil para hacer un repaso de libros clásicos y no tan clásicos.
CONVERSACIÓN ÚTIL.

Rosa Esthela Villa fue mi alumna en la licenciatura de Ciencias de la Comunicación. Y en unas vacaciones recibí una carta suya; en ella, me decía que estaba leyendo libros, que encontraba en ellos, prácticamente, una oportunidad de aprender conversando con el autor y me agradece que le haya inculcado el amor a la lectura. Efectivamente, la lectura es aprendizaje. Por ejemplo, en “El olor de la guayaba” Gabriel García Márquez explica que, para desarrollar una profesión u arte se requieren tres elementos: Vocación, formación y decisión; y en otro de sus libros, sus memorias “Vivir para contarla” hace notar que la lectura de un texto no tiene que ser obligatoria: que él, cuando lo enviaron a la escuela, dejo de aprender.
Leer, a mí, me relaja, me informa y me forma. Y nunca es tarde para leer: leer nos ayuda, por ejemplo, a escribir mejor; a desarrollar un estilo; también nos ayuda a pensar y a reflexionar sobre situaciones de la vida personal, de nuestro entorno… los libros son como las películas o las novelas: impactan en nuestros sentimientos y emociones, nos hacen sentir dolor, alegría, coraje y felicidad.
¿Y a ti amable lector como te impacta leer un libro? ¿Han tenido una experiencia negativa con leer un libro? Los comentarios ayudan a socializar criterios y experiencias, te encargo tu comentario. Y, si no haz leído un libro, te invito a que lo hagas: no te vas a arrepentir. Hoy, leer un libro, no sale caro si aprovechamos que en la red hay, si, una larga lista de libros que se pueden leer y bajar.